U.S and Cuba reopen embassies
Fifty-four years have passed since President Eisenhower broke relations with Cuba, in 1961. From that moment on, Cuba has been in the cross-hairs of the United States as it aimed to bring about the downfall of the Cuban Revolution through U.S.-sponsored terrorism; an invasion organized and launched by the CIA; biological warfare; an economic and commercial blockade; clandestine infiltrations; and a permanent propaganda campaign, which caused 3,600 deaths and many more thousands of injured in Cuba, and also innumerable material losses due to the embargo imposed by the United States, still enforced today. The objective for all these measures was to isolate Cuba from the rest of the world, but the effect was the opposite. The United States became isolated and its reputation badly damaged in the Americas.
Bilateral negotiations were kept under the most strict secrecy (even Pope Francis lent a hand), for 18 months, until July 1, 2015, when President Obama and President Raul Castro exchanged letters stating that they were willing to re-establish diplomatic relations and to open embassies in Havana and in Washington, D.C.
July 20 of 2015 was set to be the official opening of both embassies, unfurling the flags of the U.S. and Cuba in their respective countries.
Everyone hopes that little by little all other remaining differences will be ironed out between both countries, such as abolishing the law prohibiting Americans traveling freely to Cuba as tourists, and abolishing the economic embargo—which only the U.S. Congress can do.
Pope Francis asks forgiveness for the crimes committed during the conquest of America
From July 6 through 12, Pope Francis visited South America, with stops in Ecuador, Bolivia and Paraguay.
During a mass in Santa Cruz, Bolivia, he publicly asked “a humble forgiveness not just for the trespasses of the Church, but also for the crimes committed in God’s name against the native peoples during the conquest of America.”
Not satisfied with that, the Pope sent a stronger message to the people of the Americas, regarding their rights: “Land, housing and work for all, are sacred rights. We have to fight for them.”
In Santa Cruz, the Pope received groups of peasants, indigenous and disenfranchised people who voiced their needs.
“When capital becomes an idol and directs the choices of human beings, when the greed for money rules the socio-economic system, it ruins society, it condemns man, and changes him into a slave, destroying human fraternity, pitting people against people, and even threatens our common abode.” These statements are worrying the most conservative sectors of Christianity.
Pope Francis also exhorted for a real change.
“We need a real change, a redemptive change. This system is no longer sustainable, and the most humble and exploited ones can do so much. The future of humankind is in their hands.”
During his stop in Paraguay, Pope Francis urged its population to strengthen a democracy that respects human rights, and put an end to corruption and drug trafficking.
The hope is that this message of renewal, from a humanist pope with a high sense of social justice, doesn’t fall on deaf ears.
A Hollywood-like escape by drug lord “El Chapo” Guzmán
The “Lord of the tunnels,” escaped for the second time from a prison, 17 months after his capture in Guatemala, in February 2014, through a sophisticated tunnel equipped with tracks, lights, ventilation and a motorcycle, from a hole in his cell shower stall to a half-built house almost a mile away from the maximum security prison El Altiplano, 60 miles from Mexico City. The tunnel was more than 2 feet wide and more than 5 feet high, enough for him to walk upright.
In 2001, Guzmán escaped, hidden in a laundry cart, from another maximum security prison, becoming the world’s most wanted drug trafficker, but he was captured in February of 2014 in Guatemala. El Chapo is the leader of the Sinaloa cartel, an organization with lots of tunnel-digging experience because of smuggling drugs from Mexico to the United States.
Enrique Peña Nieto, Mexico’s president, declared from France, where he was celebrating Bastille Day, on July 14, that he “was very concerned, and without a doubt this is a grave affront to Mexico.” He promised that his government will recapture Guzman, will reinforce security in prisons, and will investigate whether or not staff persons inside the prison helped the drug kingpin to escape.
This spectacular escape put Mexico in a dilemma again by questioning the merits of spending millions in helicopters and more police when the drug mafias have developed deep roots built on rampant corruption.
Alejandro Hope, a former Mexican intelligence agent, said: “The flight of El Chapo reveals the institutional weakness of the security apparatus. It is not a partisan issue, but the institutions are rotten to the core.”
In 1992, then-President Ernesto Zedillo named General Jesús Gutierrez the “drug czar,” who resigned two months later when his links with drug traffickers became public knowledge.
EE.UU y Cuba reabren embajadas
Han transcurrido 54 años desde que el Presidente Eisenhower rompiera relaciones con Cuba en 1961. Desde ese entonces Cuba estuvo en la mira de los Estados Unidos para derrocar la Revolución Cubana haciendo uso de terrorismo patrocinado por los EE.UU, una invasión organizada por la CIA, guerra bacteriológica, bloqueo económico y comercial, infiltraciones clandestinas y una campaña de propaganda permanente, dejando un saldo de, 3.600 muertes, y muchos miles de heridos en Cuba, además de pérdidas materiales incalculables debido al embargo impuesto por EE.UU, que aun sigue vigente.
El objetivo de estas medidas era aislar a Cuba del resto del mundo, pero el efecto fue lo contrario, Estados Unidos quedó aislado, y su reputación en las Américas se vio muy perjudicada.
Estas negociaciones bilaterales fueron mantenidas en el más estricto secreto (incluso el papa Francisco tendió una mano) por dieciocho meses, hasta que el primero de julio de 2015, el presidente Obama y el presidente Raúl Castro intercambiaron cartas donde declaraban que estaban dispuestos a restablecer relaciones diplomáticas y abrirían las embajadas en La Habana y en Washington D.C.
El 20 julio de 2015 marcó la apertura oficial de las embajadas, enarbolando las banderas de Estados Unidos y Cuba.
Todos esperan que poco a poco se irán resolviendo las demás diferencias entre ambos países, como por ejemplo, abolir la ley que prohíbe a los estadunidenses viajar como turista a Cuba, y derogar el embargo económico, que solo el Congreso de los Estados Unidos puede hacer.
Papa Francisco pide perdón por “crímenes” cometidos durante la conquista de América”
El papa Francisco hizo un periplo por América del Sur, con escalas en Ecuador, Bolivia y Paraguay, del 6 al 12 de julio.
Durante una misa en Santa Cruz, Bolivia, pidió “humildemente perdón, no solo por las ofensas de la propia Iglesia, sino por los crímenes cometidos en nombre de Dios contra los pueblos originarios durante la conquista de América”.
No satisfecho con eso, el papa dirigió un mensaje más fuerte aun a los pueblos americanos en referencia de sus derechos: “Tierra, techo y trabajo para todos, son derechos sagrados. Hay que luchar por ellos”.
En Santa Cruz, el papa recibió a grupos de campesinos, indígenas y relegados de la sociedad quienes expresaron sus necesidades. “Cuando el capital se convierte en ídolo y dirige las opciones de los seres humanos, cuando la avidez por el dinero tutela todo el sistema socioeconómico, arruina la sociedad, condena al hombre, lo convierte en esclavo, destruye la fraternidad interhumana, enfrenta pueblo contra pueblo, e incluso pone en riesgo esta nuestra casa común”. Estas declaraciones están inquietando a los sectores más conservadores del cristianismo.
Incluso reclamó por un cambio real: “Necesitamos un cambio positivo, un cambio que nos haga bien, un cambio redentor. Este sistema ya no se aguanta, y los más humildes, los explotados pueden hacer mucho. El futuro de la humanidad está en sus manos”.
Posteriormente, en su visita a Paraguay, el papa Francisco instó a los paraguayos a consolidar la democracia que respete los derechos humanos y acabe con la corrupción y el narcotráfico”.
Se abriga la esperanza que este mensaje renovador de un papa humanista y con alto sentido de justicia social, no caiga en saco roto
Escape de película del capo de la droga“El Chapo Guzman”
El “Señor de los túneles” escapa por segunda vez de la prisión diecisiete meses después de su captura en Guatemala en febrero de 2014, a través de un sofisticado túnel con carriles, luces, ventilación y con una motocicleta, desde el hueco cavado debajo de la ducha de su celda hasta una casa a medio construir a 1.5 kilómetros del Penal de El Altiplano de máxima seguridad, situada a 90 kilómetros de la ciudad de México. El túnel era más de 2 pies de ancho y más de 5 pies de alto, lo suficiente como para que pudiera caminar erguido
En 2001, Guzmán huyo de otro penal de máxima seguridad en un carrito de lavandería y se convirtió en el narcotraficante más buscado del mundo, pero fue capturado en febrero de 2014 en Guatemala. El Chapo es el líder del cartel de Sinaloa, una organización con gran experiencia en túneles para introducir drogas de México a Estados Unidos.
Enrique Peña Nieto, presidente de México, declaró desde Francia, donde se encontraba en ocasión de los festejos de la Toma de la Bastilla del 14 de julio, que “estaba muy preocupado y sin lugar a dudas es una gran afrenta al estado mexicano”. Él prometió que su gobierno recapturará a Guzmán, reforzará las medidas de seguridad en los penales, e investigará si empleados del centro penal ayudaron a la fuga del capo de la droga.
Este gran escape pone a México nuevamente en la disyuntiva si vale la pena seguir invirtiendo millones en helicópteros y policías cuando las mafias de la droga se han consolidado en base a la corrupción imperante.
El exagente de inteligencia mexicano, Alejandro Hope dijo: “La huida de El Chapo desnuda la debilidad institucional del aparato de seguridad. No es un problema de partido, sino de que las instituciones que están podridas”.
En 1992, el entonces presidente Ernesto Zedillo nombró como “zar antidrogas” al general Jesús Gutiérrez, quien dos meses después renunció al revelarse sus contactos con el narcotráfico.